Hay tecnología para todos los gustos, incluso para los mas estrafalarios, hemos visto por ahí relojes movidos por energía solar, eólica, cinética y por energía extraída de tubérculos pero les apuesto a que jamás habían leído nada sobre relojes alimentados con… moscas.
James Auger y Jimmy Loizeau son los artífices detrás de este «adelanto»? de la tecnología, suponemos que ambos, víctimas de algún tipo de plaga insufrible de estos cotidianos insectos voladores, echaron a volar la imaginación y en una apocalíptica (para las moscas) epifanía vislumbraron el mecanismo que solo necesita de 8 moscas para obtener energía suficiente para poner en marcha un reloj digital durante 12 días, el aparato aún está en fase de prototipo, como funciona este reloj? tiene una banda de papel adhesivo cubierto por miel, en el que las desprevenidas moscas van a parar de cuando en cuando para terminar sus días de una manera horrorosa que preferimos no mencionar pero que las termina procesando, luego de deslizarse, en el fondo de una celda química que transforma materia orgánica en energía eléctrica, mentes preclaras? o tortuosas? ustedes dirán! pero por mi parte sigo prefiriendo las baterías alcalinas o la cuerda, aún sin ser amigo de las moscas.