Por que has estado desaprovechando el Administrador de Tareas de Windows y cómo puedes solucionarlo

El Administrador de Tareas de Windows es una parte vital de este sistema operativo, pero pocas veces es utilizada por los usuarios, desaprovechando muchas ventajas que podrían ayudarlos en un sinfín de situaciones.

A continuación, te enseñaremos cómo sacar el máximo provecho del Administrador de Tareas de Windows 10. Nos enfocaremos en este sistema operativo, pero ten en cuenta que los sistemas operativos previos como por ejemplo Windows 8 y Windows 7 también tienen su Administrador de Tareas, aunque algunas de sus características son distintas.

¿Qué es el Administrador de Tareas de Windows?

El administrador de tareas de Windows es una sección de información y control de este sistema operativo que nos permite acceder a datos sobre las aplicaciones (programas) y procesos que están teniendo lugar en nuestro ordenador.

El Administrador de Tareas de Windows también nos permite vigilar y controlar los diferentes servicios de Windows, los usuarios del sistema operativo y la red de comunicación (LAN e inalámbrica).

Uno de los usos más frecuentes del administrador de tareas es el permitirnos cerrar los programas o aplicaciones que han quedado “congelados” en el sistema operativo («Finalizar Tarea»). Por lo general estos programas no pueden ser cerrados de la manera habitual y tenemos que recurrir a la alternativa de cerrarlos desde el administrador de tareas, aunque no es lo ideal.

Como acceder al administrador de tareas de Windows

Históricamente, se accede al administrador de tareas de Windows presionando la combinación de teclas Ctrl+Alt+Del.

Sin embargo, en Windows 10, esta combinación abrirá en primer lugar una pantalla de seguridad con múltiples opciones, desde la cual podemos lanzar el Administrador de Tareas de Windows. Es una manera un poco lenta de acceder a este administrador.

La manera más rápida, es emplear la combinación de teclas Ctrl + Sift + Esc, de esta forma podemos acceder de forma rápida al administrador de tareas sin necesidad de estar transitando por tediosos menús.

Otra forma rápida de acceder, es hacer clic derecho con el mouse sobre alguna parte vacía en la barra de tareas (la barra que se encuentra en la parte inferior de la pantalla). Esto desplegará un menú, que incluirá en una de sus opciones, la opción de acceder al administrador de tareas.

Utilidad del administrador de tareas

Averiguar por qué se congeló alguna aplicación o programa

Muchas veces nos enfrentamos a una situación inesperada: una aplicación o programa que estábamos utilizando se queda congelada. En otras palabras, deja de funcionar y ni siquiera podemos cerrarla con el clásico botón superior derecho X.

Aquí es donde viene en nuestra ayuda el Administrador de Tareas de Windows.

Muy aparte de que podemos cerrar la aplicación problemática, puede resultar interesante averiguar qué es lo que está sucediendo con dicha aplicación y porque se ha quedado congelada o inactiva.

¿Por qué es importante saber porque un programa se ha quedado congelado? En primer lugar, para evitar que nos siga ocasionando problemas en el futuro, pero también suele suceder que muchas veces no está congelado, sino que está realizando un proceso que toma demasiado tiempo.

Por otro lado, si el programa o aplicación que estamos empleando tiene datos, como por ejemplo texto, información que hemos ingresado o incluso un juego, al cerrarlo podemos estar perdiendo esta información. Por esta razón, vale la pena agotar todos los recursos antes de forzar el cierre de la aplicación con “Finalizar Tarea”.

Analizar cadena de espera

Si queremos saber qué es lo que está sucediendo realmente con esta aplicación congelada, tenemos que ingresar al Administrador de Tareas, accediendo a la pestaña “Detalles”. Una vez aquí publicamos el proceso o aplicación que queremos examinar y haciendo clic derecho sobre su nombre, elegimos la opción “Analizar cadena de espera”. De esta forma, descubriremos que es lo que está deteniendo a nuestra aplicación.

Reiniciar el explorador de Windows

El explorador de Windows es otro gran desconocido en el sistema operativo, que presta un servicio indispensable.

El explorador de Windows se encarga de la mayoría de elementos gráficos del sistema operativo; básicamente es el responsable de la interfaz de usuario de muchos de los menús en Windows: el explorador de archivos, la barra de tareas y el menú de inicio por citar unos ejemplos.

Ni bien aparece algún problema con estos elementos, el usuario promedio lo que hace es reiniciar el ordenador.

En realidad, muchos de estos problemas se pueden solucionar simplemente reiniciando el explorador de Windows. Para lograr esto, abrimos el Administrador de Tareas como ya hemos aprendido, y accedemos a la pestaña “Procesos”.

Dentro de la pestaña Procesos, ubicamos al Explorador de Windows y haciendo clic derecho sobre él, elegimos la opción Reiniciar. Luego de esto, observaremos que algunos elementos gráficos de Windows desaparecen por un breve momento, para luego reaparecer. Si algo marchaba mal con estos elementos, es posible que luego de este procedimiento, el problema quede solucionado.

Vigilar los recursos y el desempeño

El Administrador de Tareas también nos permite vigilar el consumo de recursos en el ordenador y el desempeño de las aplicaciones.

Para vigilar el consumo de recursos, sólo tenemos que acceder en el administrador de tareas, a la pestaña “Rendimiento”. Una vez allí, veremos unos gráficos dinámicos en tiempo real que podemos analizar.

En el lado izquierdo, veremos un panel con los elementos que podemos evaluar: CPU, memoria, discos, conexión física, conexión inalámbrica, etcétera. Haciendo clic sobre cada uno de estos elementos, desplegaremos al lado derecho un panel con más información.

Por ejemplo, en el apartado CPU podemos observar el Tiempo Activo, que es el tiempo transcurrido desde el último reinicio del ordenador, el porcentaje de recursos utilizados por el CPU en ese momento y su velocidad.

Tip: Si hacemos clic derecho en cualquier parte del panel derecho, veremos que se despliega un menú con la opción “Copiar”. Esta opción nos permite copiar al portapapeles, un resumen en texto del diagnóstico ya sea del CPU, la memoria RAM o el elemento que estemos diagnosticando.

¿Por qué es importante esto? Porque ante cualquier problema en el desempeño de nuestro ordenador, podemos pegar este texto en algún foro de ayuda de expertos, o enviarlo al fabricante o vendedor para obtener una solución.

 

Detectar virus, troyanos y otros elementos sospechosos

 

Muchas amenazas informáticas, al inicio no son detectadas por los antivirus y programas de seguridad. Sin embargo, podemos detectarlas empleando de manera inteligente el administrador de tareas de Windows.

Accediendo a la pestaña “Procesos”, podemos ver la lista de procesos que en ese momento en particular están ejecutándose en Windows. Muchos virus y amenazas, tienen nombres extraños porque son poco habituales y por lo tanto podemos detectarlos con sólo ver la lista de procesos.

Pero, ¿qué hacer una vez que hemos detectado un proceso sospechoso? Basta con hacer clic derecho sobre dicho proceso y se desplegará un menú contextual, en el cual podemos encontrar la opción “Buscar en línea”.

Mediante Buscar en línea, se lanzará una búsqueda automática en Bing (ya que este es el buscador oficial de Microsoft). Los resultados nos mostrarán información importante con respecto a dicho proceso y, si es un virus o alguna otra amenaza, casi con toda seguridad seremos informados al respecto.