La llegada del LG G Flex, el primer smartphone con pantalla curva, ha marcado un hito sin lugar a dudas, sin embargo hay algo que llama poderosamente la atención, y es que si se fijan en la palabra Flex, lo primero que nos indica es algo así como «flexible» o «flexibilidad», cierto? entonces, mencionar que se trata del primer smartphone con pantalla curva resulta insuficiente, en realidad el G Flex no solo tiene pantalla curva sino que es flexible, en el sentido estricto de la palabra, paradójicamente, a LG parece no interesarle en lo más mínimo publicitar esta particularidad de su producto, el por que, no lo sabemos.
Como se puede apreciar en el siguiente vídeo demostrativo, el LG G Flex realmente le hace honor a su nombre, ahora, si lo pensamos bien, puede que a LG no le interese que todos los usuarios anden flexionando el aparato hasta sus límites extremos pues se puede prever que a mas de uno se le pasará la mano y terminará arruinando el aparato. En todo caso, si alguna vez se llegan a hacer con un G Flex, tampoco les recomendamos ir por ahí mostrandole a cada uno de sus amigos cuanto se puede doblar, no solo por el hecho de que algo se pueda hacer, significa que se «deba» hacer, además recuerden que no es precisamente un smartphone económico.
Recordemos que el G Flex del LG utiliza una pantalla OLED (organic LED) de 6 pulgadas, curvada, cóncava, con una resolución de 720 x 1280p, su lanzamiento ha coincidido con el del Nexus 5, construido conjuntamente con Google.
Cuando un fabricante crea un producto lo somete a una serie de pruebas físicas que incluyen resistencia a caídas y resistencia a deformación, cada producto tiene un índice para esto, en el caso del G Flex, el índice de deformación es alto y garantiza que no se va a quebrar o partir en dos ante eventualidades extremas como colocar un peso encima, o sentarnos inadvertidamente sobre el.