El equipo actual de Gobierno anunció, hace unas semanas, “un sistema de tarifación de autopistas y autovías”, lo que comúnmente se llama peajes. Es un proyecto que se espera tener en pleno funcionamiento para 2025, pero que se irá aplicando por fases, comenzando su implantación en 2023.
Los criterios para establecer la estipulación de pagos se basarán en el potencial contaminante, dimensiones, peso, tipo de vehículo y antigüedad.
Se han planteado dos métodos de tarificación: El primero es una “tarifa plana”, la cual se paga igual independientemente de lo que uses las carreteras. La segunda opción, que es la que está siendo más llamativa, es el pago por kilómetro, es decir, se ha propuesto la opción de cobrar 1cts/km. De esta forma un viaje con origen en Madrid y destino Barcelona costaría aproximadamente 6,4€.
El precio variará en función del tipo de vehículo, los mayores afectados en este caso, son los profesionales del transporte por carretera. Teniendo en cuenta estas tarifas de los peajes, los vehículos pesados pagarían aproximadamente el doble que el resto de los vehículos que se encuentren realizando el viaje.
Causas del aumento de los costes del transporte por carretera
Todos los costes que influyan o sean influidos por el transporte por carretera, subirán conforme a esta nueva propuesta realizada por el Gobierno debido a que el transporte por carreteras supone gran parte del PIB nacional. Añadiendo la nueva tarifación por kilómetro recorrido y la subida del precio del combustible, provocarán una elevada subida de precios en la mayor parte de los servicios.
¿A quiénes afecta esta subida de precios?
La gran parte del sector, así como la agencia de transporte que quiera realizar un viaje por estas autovías, verá reflejado este aumento de los costes. Así pues, los verdaderos perjudicados será los consumidores finales, ya que todos los sectores van a subir los precios debido a las medidas aplicadas y, por lo tanto, habrá una subida de precios en todos los productos y servicios influidos por esta propuesta.
A pesar de las nuevas medidas propuestas para la transición ecológica, se estima que generarán un malestar general en los consumidores y en las empresas, así como en la mayoría de sectores del mercado español.