Con su invención, el código de barras sentó un antes y después en el mundo de los negocios y la industria. Hoy en día este aparentemente sencillo y modesto código puede ser encontrado en casi cualquier producto o empaque a lo largo y ancho del mundo.
Este patrón de líneas impresas sobre papel, es considerado por muchos especialistas dentro de la lista de los inventos más provechosos del siglo XX; no obstante, no se le reconoce el mérito que tiene y muchas veces su relevancia pasa desapercibida frente a nuestros ojos, acostumbrados a despliegues más ostentosos de tecnología.
Actualmente, las tiendas y almacenes de prácticamente todos los rubros (alimentos, ropa, medicamentos, suplementos, etc.) emplean lectores de código de barras en sus locales y dentro de sus procedimientos incluyen el comprar código de barras y trabajar con empresas especializadas en diseño e impresión de etiquetas para empaques.
Al respecto, resulta de suma importancia trabajar con empresas líderes en la tecnología de código de barras y diseño de empaque. En México un claro ejemplo es BRANDWATCH que ofrece servicios como: código de barras méxico, naming, diseño de marca, etiquetado frontal, etc.
La historia de una obsesión
El código de barras fue inventado por Joseph Woodland, pero fue en realidad el resultado de un desafío personal que se planteó cuando un amigo suyo, Bernard Silver, sugirió la idea de contar con un sistema que capture de forma inmediata la información de los productos.
Bernard Silver había oído quejarse a un gerente de supermercado, de la falta de un método o técnica que permita obtener la información más importante de los productos.
Código Morse
El primer referente que se les ocurrió para solucionar el dilema fue el código Morse pero con la variante de emplear barras en lugar de puntos y líneas. Más adelante, ellos mismos se encargaron de crear un lector capaz de decodificar ese patrón de líneas. Había nacido así el código de barras.
Impacto del código de barras en el comercio, fabricación y distribución
El código de barras generó un cambio radical en el mundo comercial, agilizando procesos y logrando disminuir los errores de contabilidad. He aquí sus principales ventajas:
Mantenimiento de inventario
Aunque los negocios pequeños pueden llevar inventarios de forma manual, esta tarea es imposible para los grandes almacenes y supermercados que manejan, literalmente miles de productos.
Fue una tienda en Ohio, allá por 1974, la que tuvo el privilegio de ingresar a la historia como la primera en emplear el código de barras. Hoy en día, todas las tiendas medianas y grandes emplean de forma rutinaria el código de barras para mantener actualizado su inventario.
Disminución de errores y pérdidas
Con la llegada del código de barras se ganó eficacia y precisión. Llevar inventarios de forma manual implicaba perdidas por errores frecuentes, que a la larga llegaban a sumar fuertes cifras para los almacenes y tiendas.
Colas más cortas
Como consecuencia de la llegada del código de barras, la atención al cliente se agilizó de forma considerable. Las cajas en los negocios dejaron de estar atiborradas de largas colas de clientes esperando a ser atendidos, a medida que el tiempo de atención promedio por persona se redujo a la mitad o más.